ESCRIBIR UN CUENTO EN EL QUE SE TRATE DE FORMA DIRECTA O INDIRECTA EL ACOSO ESCOLAR

LA PEONZA DE LA PAZ

Érase una vez un campamento de verano donde convivían muchos chicos y chicas. Luisito pasaba allí 15 días todos los veranos desde que tenía 10 años. Todos los veranos Luisito volvía a su casa muy contento porque había conocido a muchos chicos y chicas de su edad con los que había entablado una gran amistad esos 15 días. Pero Luisito este año estaba nervioso, ya que, estaba en plena adolescencia y llevaba todo el año preocupado porque tenía muchos granos en la cara y no quería que sus amigos del campamento le vieran así.

Cuando por fin llegó el día de ir al campamento de verano, Luisito se reencontró con uno de sus mejores amigos de otros años, Pedrito, pero le vio muy cambiado: estaba más alto, le había salido barba y se había agujereado las orejas. Y además iba acompañado de otros 3 chicos que Luisito no conocía y no le daban buena espina.

Tras un par de días en el campamento, Luisito terminó de darse cuenta de que Pedrito no solo había cambiado físicamente, sino que no era el mismo de otros años; él y sus 3 amigos se dedicaban a burlarse de sus granos para posteriormente reírse.

Luisito ese año no conseguía hacerse amigos nuevos porque siempre estaban Pedrito y sus amigos ridiculizándole delante del resto de niños y niñas. A Luisito le daba vergüenza hablar con otros chicos y chicas porque se sentía inferior por los continuos insultos y bromas. Entonces, Luisito empezó a aislarse y a intentar que no le vieran los demás para que no le insultaran.

Tras un par de días estando solo, Pedrito y sus tres amigos no tenían a quien insultar ni de quien reírse, entonces, comenzaron a aburrirse ya que se les había olvidado como divertirse sin burlarse de otro.

Un día esperando en la cola de la entrada del comedor, los tres amigos de Pedrito le bajaron los pantalones a este con el fin de volver a reírse de alguien, y Pedrito se quedó en calzoncillos unos segundos delante de todos los chicos y chicas del campamento que comenzaron a reírse. Este se quedó avergonzado y tras subirse los pantalones se fue corriendo al baño a llorar. Entonces allí se encontró a su viejo amigo Luisito, al cual le contó por qué lloraba y lo que había pasado. Entonces Luisito le consoló regalándole la peonza con la que otros años habían pasado tan buenos ratos juntos. Pedrito se sintió fatal por todas las burlas e insultos que le había estado propinando a Luisito esos días. Y pasaron el resto de días del campamento juntos jugando a la peonza y conociendo a otro chicos y chicas, viendo como aquellos 3 antiguos amigos de Pedrito se aburrían porque no tenían nadie de quien reírse.